La expresión oral es una habilidad que no se ha tenido en cuenta en los centros educativos hasta hace unos años. Una mejor expresión oral puede ayudar a nuestros hijos a aprender a dialogar y también a negociar. La oratoria puede resultar fundamental para su futuro.
Además el lenguaje tiene una importancia decisiva en la formación de nuestros hijos. Aprender a hablar correctamente y a debatir suele resultar más fácil para aquellos alumnos que comparten conversaciones con los adultos en su hogar. Los niños llegan al centro educativo con una forma de hablar adquirida en familia y nos podemos encontrar con alumnos que no hayan escuchado nunca en casa una conversación de calidad, bien construida y con argumentos.
En 2003 se publicó el estudio Reasoning as a scientist: ways of helping children to use language to learn science en el que se demuestra que las conversaciones familiares pueden contribuir a entender mejor las ciencias y las matemáticasdespués de analizar la evolución de más de 200 alumnos británicos de nueve y diez años en un programa experimental. En el estudio se valoraba la capacidad de razonar en grupo y su capacidad para razonar sobre causas y efectos, plantear preguntas precisas, formular hipótesis o resumir resultados.
La oratoria, una asignatura pendiente
Los alumnos habitualmente en clase levantan la mano para participar y quieren salir a la pizarra. Pero a la hora de debatir sobre algún tema les suelen faltar argumentos y muchos no quieren participar. La oratoria exige además un correcto tono de voz y vocabulario, una buena postura, el control del tiempo y el interés del tema elegido.
Dadas las nuevas habilidades que se exigen a los alumnos actuales, es importante enseñar a los niños a hablar en público. Los alumnos tienen que aprender a comunicarse y expresar lo que sienten en todos los ámbitos de su vida. Incluso la oratoria es fundamental para cualquier carrera o trabajo. Los alumnos que sean capaces de hablar en público y que logren tener una capacidad óptima de oratoria tendrán más posibilidades en su futuro.
Muchos alumnos sufren solo con la idea de tener que hablar en público. Incluso para muchos padres es una tarea pendiente ya que nunca han tenido que demostrar su capacidad de oratoria. La inseguridad se convierte en muchas ocasiones en una barrera para poder expresarnos con facilidad y seguridad.
Consejos para fomentar la oratoria
En la actualidad hay pocos centros educativos que enseñen oratoria o a hablar en público. Desde el entorno familiar podemos fomentarlo en las reuniones y encuentros para que nuestros hijos vean el diálogo y la oratoria como algo habitual. Por ejemplo la hora de la cena puede ser un buen momento para charlar con nuestros hijos y poder establecer un pequeño debate en familia sobre asuntos interesantes que nos han ocurrido durante la jornada. Os vamos a dar cuatro sencillos consejos para fomentar la oratoria desde la familia y que nuestro hijo pueda defenderse en todos los entornos.
1. Perder el miedo al fracaso
Muchas veces lo que esconde el miedo a hablar en público es el temor a hacerlo mal y que los que nos están escuchando nos critiquen. Tenemos que potenciar su autoestima y propiciar los momentos en los que se puedan expresar con tranquilidad ante sus hermanos y otros familiares. Siempre animándoles a expresarse con libertad y fomentando la comunicación.
2. Buscar un momento diario para hablar
Para que nuestros hijos se acostumbren a hablar en público una buena idea es intentar que todos los días nos cuenten lo que han hecho en el colegio. También podemos animarles a hablar del momento que más les ha divertido.Podemos contarles alguna cosa que nos haya ocurrido en nuestro trabajo y luego animarles a participar.
3. Ponerse en lugar del otro
Otra buena idea es fomentar la empatía para que por un momento se den cuenta de los problemas de otras personas. Por ejemplo de un compañero que se ha puesto nervioso y no ha podido hablar en clase. También les podemos animar a que nos hagan preguntas sobre lo que no han entendido a lo largo del día y establecer un pequeño diálogo familiar.
4. Potenciar el debate
Es muy complicado que un niño que no está presente en debates familiares sea capaz de argumentar. Tenemos que procurar que participe en los debates o discusiones y que aporte con libertad su opinión por rara que nos parezca. Un buen refuerzo puede ser también apuntarle a clases extraescolares de teatro, danza e incluso si es posible de oratoria. También para evitar el nerviosismo podemos hacer ejercicios de relajación en familia e incluso apuntarles a disciplinas relajantes como yoga o mindfulness. Por último puede ser una buena idea jugar un día a la semana a juegos de mesa como en Pictionary o Tabú en la que los niños tienen que adivinar mediante pistas las palabras secretas. La oratoria se puede convertir en una habilidad esencial para nuestros hijos en un futuro.
Fuente: https://saposyprincesas.elmundo.es/consejos/educacion-en-casa/oratoria-futuro-hijos/